03 Feb Consejos para fomentar el vínculo emocional con la lengua
¡El vínculo emocional con la lengua es muy importante para nuestros pequeños bilingües! Y para nosotros, los padres, también.
Tanto si se trata de la lengua de herencia como si se trata de una lengua extranjera, como puede ser el caso de todos aquellos niños que decidan tomar clases de español, existen siempre factores emocionales que pueden tener una gran influencia en el desarrollo de dicha lengua.
¿Por qué el factor emocional y afectivo es importante para el buen desarrollo de una lengua?
Por varias razones. El aprendizaje y los enfoques pedagógicos siempre tienen mejores resultados si se transmiten con afecto. Cuántas veces no habremos oído aquello de que “con esta maestra las cosas van muy bien porque se nota que se entienden y que hay feeling”. Eso que podemos llamar feeling es la parte emocional y afectiva que se convierte en un elemento indispensable para el buen desarrollo de una lengua.
Si el niño, a medida que va creciendo no encuentra en la lengua ese apego, afecto y emoción, puede correr el riesgo de dejarla de lado. Los niños, a medida que van creciendo, saben y descubren que papá o mamá en realidad también entienden la lengua mayoritaria, ¿por qué esforzarse entonces? Los niños también dejarán de ir a clase si falta el factor emocional porque “no me gusta”, “me aburro”, “es un rollo”.
Así pues, nosotros los adultos tenemos el deber de no dejar nunca de lado ese ingrediente llamado afecto para que la lengua extranjera o la lengua de herencia progresen de manera adecuada.
@loren_photography
¿Por qué para encontrar un bilingüismo equilibrado es importante sentir afecto hacia esa lengua?
Mucho se habla del bilingüismo equilibrado. Suele ser lo que buscan los padres cuando apuntan a sus hijos a clases de español como lengua extranjera y lo mismo ocurre con los padres que crían a sus hijos en un entorno de bilingüismo.
Hay que saber que alcanzar un bilingüismo completamente equilibrado es casi imposible aunque es verdad que hay bilingüismos muy fuertes. Para caminar hacia ese bilingüismo equilibrado y llegar a un cierto estado de fortaleza de la lengua, hay que sentir que la lengua es mucho más que un mero instrumento de comunicación.
El niño debe integrar, inconscientemente, que la lengua es un todo, una cultura, una tierra, una manera de hacer y de pensar. Sólo así sentirá mucha más que curiosidad por la lengua. Siendo sabedor de todo eso, el afecto se transmitirá y a la vez se despertará en el niño, haciendo que la lengua se convierta en algo único y exclusivamente positivo y, por ende, empezará a caminar hacia un bilingüismo equilibrado.
@abcdeele
¿Cómo podemos los padres implicarnos emocionalmente en esa lengua minoritaria o extranjera?
Principales consejos:
Para padres y madres bilingües (lengua de herencia):
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- Hablarles de nuestra infancia.
- Cocinar juntos recetas de nuestra tierra (a los niños les suele encantar ayudar en la cocina).
- Darles libros de cuando éramos pequeños.
- Explicarles los equivalentes de nuestro país de los juegos del patio de la escuela.
- Aprovechar las nuevas tecnologías para que llamen a nuestra/su familia.
- Crear el “libro de mi bilingüismo” desde el momento de su nacimiento y así, cuando son mayores, pueden ir completándolo.
- Animarlos si alguna palabra no les sale en la lengua minoritaria.
- Aprovechar al máximo (si se puede) los viajes al lugar donde se habla la lengua.
- Fomentar los juegos de mesa en dicha lengua.
- Demostrarles con los hechos que esa lengua forma parte de su vida.
Para padres y madres monolingües cuyos niños van a clases de lengua extranjera:
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- Seguir con entusiasmo sus clases.
- Felicitarlos por cada uno de sus progresos.
- Crear momentos para hablar en la lengua que se aprende si los padres también la hablan.
- Buscar juntos informaciones relacionadas con la lengua.
- Poner al alcance de los niños material y lectura que puedan ayudarlos (pueden ser sorpresas que el niño no se espera).
- Cocinar recetas del país.
- Buscar otro niño del país de la lengua con quien escribirse correos.
- Preparar viajes o visitas al país de la lengua.
- Jugar con ellos a juegos en dicha lengua.
- Poner música en esa lengua.
No nos olvidemos de algo importante: ¡Las lenguas están para disfrutarlas!