Cómo crear rutinas para que los niños aprendan español

Los adultos a veces asociamos la rutina y las actividades rutinarias con tareas aburridas y poco atractivas. Pero en el caso del aprendizaje de un idioma, crear rutinas es fundamental. Y si hablamos de niños, de nuestros hijos, las rutinas son una herramienta muy potente para su educación.

Te cuento cómo se puede motivar a niños y jóvenes a aprender español creando rutinas personalizadas y adaptadas a sus necesidades.

¡¡Vamos con las rutinas divertidas para aprender español!!

Importancia de las rutinas para aprender español

 

Una rutina es la costumbre de hacer algo de manera determinada, regular y periódica. Cuando una rutina se aprende, se acaba creando un hábito.

Todos los padres conocen los beneficios de fomentar rutinas en sus hijos desde muy pequeños para actividades como el sueño, la alimentación, la higiene, los buenos modales… Seguro que tú has fomentado que tu hijo tenga rutinas para todas esas tareas de su día a día.

Y seguro que has visto cómo el que tenga rutinas le ha reportado seguridad en sí mismo, autonomía y le ha ayudado a descubrir el mundo. Tu hijo no asocia esas rutinas con cosas aburridas, sino con la seguridad de saber qué viene después.

Pues todos esos beneficios que le aportan las rutinas son aplicables cuando te planteas que tu hijo aprenda español.

Aprender un idioma es algo desconocido para tu hijo, que puede generarle desconfianza e inseguridad. Por eso, tener unas rutinas bien definidas le va a aportar a él (y a ti también) mucha seguridad. Además, le va a facilitar el aprendizaje porque le ayudará a organizarse mejor y a enfrentarse al aprendizaje del español con confianza y alegría.

¿Cuáles son las mejores rutinas para aprender español?

 

Como habrás leído en todos mis artículos, mi forma de enseñar español se basa en el respeto del ritmo del niño y de sus necesidades. Así que no te sorprenderá si te digo que la mejor rutina para aprender español es… la que se adapta a tu hijo y a tu familia. ¡¡No hay otro secreto!!

Cada familia debe encontrar la rutina que mejor se adapte a ellos y que más beneficie a todos los miembros de la familia. De lo contrario, no se podrá mantener la rutina en el tiempo y al poco tiempo se abandonará.

Para conseguirlo, yo busco una rutina de aprendizaje que motive y que dure. Lo hago de forma divertida y personalizada para cada alumno y para cada familia.

Las familias con las que trabajo tienen perfiles muy distintos y todas las rutinas no funcionan con todas:

  • Hay familias con español como lengua de herencia, que necesitan un método para trabajar la lengua minoritaria y una rutina para desarrollarlo.
  • Hay familias con español como lengua extranjera, no hablan o hablan español y necesitan ayuda porque los idiomas les importan.
  • Y también familias, que hablando o no español, quieren que sus hijos preparen una certificación y no saben por dónde empezar.

 

Tengo claro que conseguir la fórmula que funcione es fundamental para aprender un idioma. A mí las rutinas me sirvieron cuando era estudiante de idiomas, me han servido (y me sirven) para que mis hijos aprendan idiomas y por supuesto, me ayudan con otras familias en el desarrollo de mis clases de español online.

Comparto contigo ahora algunos de mis consejos para crear rutinas de aprendizaje con el objetivo de encontrar la fórmula que te convenga.

 

Consejos para crear rutinas de aprendizaje de español

 

·         Informarse de todo el proceso de aprendizaje: antes de empezar a aprender un idioma, es importante que el niño y la familia conozcan la metodología que se va a seguir, la carga de trabajo que va a implicar, los horarios, los materiales necesarios… Es conveniente no dejar dudas en el aire. Para ello, una muy buena idea es empezar con una clase de prueba, a modo de ensayo, para verificar que se tienen todas las dudas aclaradas.

·         Establecer horarios para cada tarea: planificar los horarios no sólo para la clase y su preparación, sino también para los deberes o para actividades relacionadas con el aprendizaje del español: ver películas, escuchar música…

·         Implicarse en todo el proceso: cuando digo que las rutinas deben ser apropiadas no sólo para el niño, sino también para la familia, es porque la implicación de los miembros de la familia debe ser total para que funcione. Por ejemplo: mostrar interés y seguimiento entre clase y clase de español; hablar y tomar decisiones juntos: el lugar de estudio, la frecuencia de clases, los horarios, si habrá deberes, las clases durante las vacaciones sí o no, qué materiales comprar…

·      Darles su protagonismo y sus responsabilidades (siempre acordes a su edad): cuando son más pequeños pueden preparar los materiales de la clase. Cuando son un poco más mayores y ya controlan en paso del tiempo, puedes fomentar la puntualidad y que sean ellos los que controlen el comienzo de las clases. Y por supuesto, no nos olvidemos de que las rutinas son también fundamentales para los jóvenes. Habrá que adaptarlas y consensuarlas con ellos para que se hagan totalmente responsables de lo que hayan asumido.

·         Ser constantes y pacientes con el aprendizaje: un hábito se adquiere con la repetición constante de la rutina y hay que ser pacientes. De nada sirve esperar resultados inmediatos ni pensar que se conseguirán sin esfuerzo.

·      Ser flexibles: introducir rutinas, adaptarlas y modificarlas según las circunstancias de cada familia. Siempre pueden surgir acontecimientos familiares, mudanzas, otras actividades de la familia, etc. que hagan necesario realizar cambios en las rutinas. Si no hay flexibilidad, las rutinas tampoco perdurarán.

 

¿Cuál es el mejor momento para empezar con nuevas rutinas?

 

La vuelta al cole es el momento perfecto para establecer una rutina durante el curso escolar junto a las familias y alumnos.

Es el momento de sentar las bases de lo que va a suceder a lo largo del curso y la mejor forma de ayudarles a sentirse más seguros y acompañados. Los niños (y las familias) sabrán cómo organizarse, qué responsabilidades van a asumir y, sobre todo, qué objetivos se van a marcar.

Es un trabajo de equipo entre familias, alumnos y profes para que en ningún momento se pierda el propósito educativo y las rutinas se conviertan en buenos hábitos para tus hijos.

Puesto que aprender un idioma supone un esfuerzo para niños y familias, es importante que juntos veamos la importancia que tiene y que nos sintamos bien por todo lo bueno que aporta.

Los niños y jóvenes tienen muchas capacidades y talentos que descubrir y, mientras más costumbres positivas creen, mayores serán las posibilidades de éxito en lo que se propongan.

¿Empezamos?

¿Tienes algún tipo de rutinas? ¡Cuéntame cuáles llevas a cabo con tus hijos! Déjame tu comentario en mi cuenta IG donde te hablo de mis clases individuales y grupales y te cuento mi experiencia como mamá de jóvenes bilingües.



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